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Sismo 2017

La Cuadra Provoca Ciudad AC (Huerto Roma Verde), las Organizaciones Civiles aliadas y la sociedad civil informan: 


Después de los acontecimientos ocurridos el pasado 19S, Huerto Roma Verde convocó a la sociedad civil a colaborar en la creación de un Centro de Ayuda ante la Emergencia. Los objetivos fueron ofrecer ayuda inmediata a los afectados por el sismo, las áreas que se desarrollaron y mantuvieron activas en Huerto Roma Verde fueron:


  • Cocina y comedor comunitario

  • Refugio Temporal

  • Centro de acopio de víveres, medicamentos, ropa, herramientas, etc.

  • Centro de atención médica alópata

  • Centro de atención con medicina tradicional 

  • Mesa de inteligencia ciudadana (logística y verificación)

  • Área de clasificación y organización para envío de acopio

  • Asistencia psicológica y contención emocional

  • Área de cuidado infantil

  • Área de atención jurídica

  • Registro de voluntarios

  • Música en vivo, proyección de películas y entretenimiento en general



En total se colaboró con 28 centros de acopio en la Ciudad de México con los cuales se estuvo realizando una constante retroalimentación de excedentes o faltantes, dichos centros de acopio en su gran mayoría fueron organizados por la sociedad civil. 





Se canalizó ayuda a 44 municipios, en los estados de Oaxaca, Morelos, Estado de México, Puebla y Ciudad de México. Se estima que fueron 14,537* voluntarios y voluntarias, los cuales gracias a su participación se logró activar y consolidar las diferentes áreas de atención que se crearon en Huerto Roma Verde con la finalidad de ayudar a contener la emergencia causada por el sismo. 


El espacio funcionó 24 hrs durante los primeros 9 días y los siguientes días ha seguido funcionando como centro de acopio estratégico en horarios establecidos.


Gracias a la red ciudadana de ciclistas urbanos que se formó en toda la CDMX, fue posible llevar ayuda estratégica de forma expedita, pudiendo transportar  medicamentos, alimentos y herramientas de rescate para las zonas afectadas en la ciudad, muchas de ellas en zonas donde el transporte convencional no podía llegar a tiempo. Desde el Huerto salieron más de 7,500 viajes en 1500 brigadas ciclistas, práctica que se replicó en todos los centros de acopio, gracias al uso de una tecnología adecuada para la movilidad en la ciudad. 





Gracias a la colaboración de vecinos se pudo transportar ayuda en más de 550 viajes con transporte propio de ciudadanos y de empresas que se sumaron prestando camionetas y choferes. 


La mesa de inteligencia ciudadana que instalamos logró verificar más de 480 entregas efectuadas mediante transporte motorizado que llegaron a los centros receptores de los apoyos.  Esta buena práctica se logró y replicó gracias al esfuerzo ciudadano por operar con transparencia, erigiéndose como garantes morales de su propia gestión. 


Con la ayuda de la comunidad y restauranteros de la zona  se instaló una cocina que preparó más de 7,500 alimentos que se consumieron en el Huerto. Estos alimentos se elaboraron para los  damnificados, rescatistas y voluntarios. Además, se prepararon y canalizaron más de 12,800 paquetes de alimentos que se enviaron a las distintas zonas de desastre. 


Se instaló un albergue que proporcionó espacio temporal a una población de más de 167 damnificados durante los últimos 9 días con diferentes condiciones socioeconómicas, donde se visibilizaron condiciones de vulnerabilidad que requirieron de atención especializada por parte de médicos y voluntarios especializados.  


En el centro del huerto, donde se cultivan diversas especies vegetales, se implementó un Área de Cuidado Infantil, para 336 niñas y niños damnificados e hijos de voluntarios, donde además de brindarles atención psicológica y pediátrica, todos juntos disfrutaron de juegos, música, marionetas, clown, ópera, pintura, cine, cuenta cuentos, entre otras actividades, todas ellas realizadas por especialistas voluntarios.


Se instaló un módulo de atención médica y otra de psicología que juntos atendieron a 987 personas.




Se coordinaron brigadas de vacunación, aplicando en conjunto con la Secretaría de Salud, alrededor de 150 dosis de toxoide tetánico entre zona cero de Alvaro Obregón, Eugenia y Gabriel Mancera, Huerto Roma Verde y Albergue en Tlaxcala 105. 


Se instaló un área de medicina tradicional, donde se brindó acupuntura, masaje, reiki, magnetoterapia y musicoterapia, que atendió a 380 personas. 


Se organizó y equipó a más de 150 ciudadanos en distintas brigadas de rescate con equipo especializado para atender diferentes zonas de desastre, tanto en la Ciudad de México como en otras entidades afectadas.


Para el Huerto Roma Verde la operación implico un reto en la gestión sustentable, Tanto en el tratamiento de agua, así como el manejo integral de residuos. Se instaló un centro de lavado evitando generación de desechables, y área de separación de residuos, también se compostearon los residuos orgánicos. Esto mejoró la salud y operación del Huerto evitando la generación de 5 toneladas de residuo. 


Se formó un área de abogados para atención a los damnificados que atendió a más de 200 personas. 


Se formó un área de veterinarios y acopio de alimentos para mascotas que logró  mandar 4 mil kg de alimentos para mascotas.

 

En este momento el Huerto Roma Verde se encuentra conformando una plataforma con más de 600 personas dedicadas a la bioconstrucción, ecotecnias, integración social y medio ambiente. Esta red ya creó varias brigadas de bio-constructores que están atendiendo a las comunidades a través de la construcción de refugios temporales. Actualmente, un equipo se encuentra trabajando en la comunidad del Platanar, Puebla, y se planea salir a otras 4 comunidades afectadas. 

 

Todo lo anterior no sucedió a la perfección, pero es sólo una pequeña muestra de lo que logró la sociedad civil organizada que se dio cita en el Huerto y que representa sólo un ejemplo de todo el esfuerzo ciudadano que se emprendió en todo el país, haciendo evidente que la sociedad civil es  empática, solidaria y capaz de responder ante crisis y de crear modelos de autoorganización y autogestión que coadyuven en situaciones de emergencia. 


La sucesión de desastres naturales que el país ha sufrido en los últimos meses y que sin duda tuvo su impacto más contundente en el sismo del pasado 19 de septiembre de 2017 nos invita a reflexionar sobre cuál es el rumbo que queremos emprender para reconstruir a la Nación.


“La vida de otros que pudo haber sido la propia”, ese sentir conectó a cientos de miles de personas para crear una nueva comunidad ocupada por el Bienestar Común.


Esta situación abre una enorme oportunidad para transitar hacia modelos de crecimiento más armónicos con la naturaleza, empáticos y solidarios, capaces de trazar nuevos rumbos, para transitar hacia una condición de seres CIVILIZIONARIOS.


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