top of page

El Huerto Roma Verde disfruta de la cosecha colaborativa.

Cosechar siempre trae consigo momentos para celebrar con entusiasmo por todas las jornadas de trabajo que se ven recompensadas cuando los frutos están listos para tomarlos y compartirlos. No en balde en todos los rincones del planeta tanto la siembra como la cosecha motivan ceremonias y rituales, que están siempre en sincronía con las estaciones que marcan el tiempo y, por consiguiente, los ciclos de la vida y de la muerte.


En la siembra se pone la esperanza y el anhelo para un promisorio futuro lleno de abundancia, mientras que en la cosecha se agradece y se festeja lo obtenido.


Hoy en Huerto Roma Verde estamos recogiendo los frutos que la comunidad del Huerto sembró hace 12 años, en una época donde sembrar las semillas del proyecto no indicaban que los vientos soplaran a nuestro favor; sin embrago, decidimos hacerlo más empujados por una intuición que por la razón, ya que ésta última hubiera dado, en sus lógicas ecuaciones, pronósticos poco halagüeños.

Lo hicimos con plena conciencia de los riesgos que corríamos, apostándole al corazón, a esa energía que late dentro de nosotros y que nos revela, una vez más que las mejores cosas suceden cuando lo que nos une son las convicciones y, sobre todo, de que el trabajo a favor de un ideal al servicio de la tierra y de la vida, sólo es posible llevarlo a cabo si trabajamos de manera colaborativa. Sólo así, las montañas se mueven.


La cosecha también nos brinda la posibilidad para la reciprocidad y el agradecimiento, dos valores que nos hacen recordar cómo la madre tierra opera en este ecosistema que sostiene la vida. Ser recíproco es un acto de responsabilidad que nos obliga a dar a otros lo que podamos otorgar, creándose así lazos de solidaridad y empatía que son dos importantes ingredientes que fortalecen el tejido socioambiental de una comunidad.

El agradecimiento, a su vez, nos posibilita reconocer que nada sucede sin el otro, sin aquellas personas que han dado su confianza y sus dones para que lo que uno emprendió, florezca.


El Huerto Roma Verde fue seleccionado dentro de más de mil proyectos a nivel internacional en los Green Ward City Awards 2024, gracias a la invitación y seguimiento que Guillermo Fuentes, quien fuera voluntario y colaborador del Huerto hace años, nos hizo, por lo que los frutos de este reconocimiento también son para él.


El premio que recibimos fue en la categoría “Living Green for Social Cohesion and Inclusive Communities”, por lo que sin duda alguna el reconocimiento profundo es para todo el equipo que ha formado y forma parte del Huerto Roma Verde. Son ellos los que han sostenido este esfuerzo.


Ni que decir del enorme grupo de voluntarios, becarios y jóvenes de servicio social, organizaciones y colectivas aliadas, universidades y servidores públicos de diversas tendencias, quienes a lo largo de todos estos años han creído en este sueño, dándonos fortaleza y ánimo cuando los ciclones aprecian en el horizonte; sin su solidaridad, esto tampoco hubiera podido florecer.


Por último y por eso desde el principio, están nuestras familias y amigos, quienes han sido quienes han sorteado los más duros vendavales, sin su amor y confianza el Huerto Roma Verde no podría haber desplegados las velas de la utopía que imaginamos. Nuestro amor para todos ellos.


(T-Lía Texto libre de inteligencia artificial) 

























44 visualizaciones0 comentarios

Entradas relacionadas

Ver todo

Comments


bottom of page